lunes, 16 de marzo de 2015

La política el deporte nacional

Hoy viniendo a trabajar, venía escuchando en la radio a unos señores y una señoras que prometían que iban a arreglar Andalucía, que iban a crear yo que se cuantos millones de puestos de trabajo, que iba a mejorar la sanidad, la educación.......o lo que es lo mismo prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido.

Es cierto que el panorama político español ha variado. A los de siempre se han unido otros partidos, a los que habrá que darle al menos el beneficio de la duda (por lo que otros están empeñados en no darles). Pero para mí simplemente son más abejas alrededor del rico panal de miel que es la política. Donde ante había 2 abejas reinas y 3 o 4 zánganos, hoy día hay 3 abejas reinas y 5 o 6 zánganos.

Al igual que en la religión, hace mucho que deje de creer en la política. Simplemente porque en mi corta edad (que ya no va siendo tan corta) he visto que el político no está al servicio de la ciudadanía, sino que la ciudadanía es la que está al servicio de los políticos. Dejé de creer en la política desde que descubrí que los partidos son leales a sus ideales y no al pueblo. Desde que vi como personas votaban leyes contrarias a sus ideas porque así lo dictaban sus partidos (y para mí una persona que no es fiel a su propia creencia por lo que dicen otros no es una persona integra ni capacitada para velar por los derechos de otros). En España la política es como un deporte. Cada formación política tiene sus colores, sus banderas y sea leal legión de seguidores que los seguirán y votarán hagan lo que hagan. El día que los partidos dejen de enarbolar cada cual su bandera para enarbolar de la del pueblo, pues entonces volveré a creer en ellos.

A parte de todo esto tenemos un sistema político el cual favorece los intereses de los políticos y al pueblo solo le da voz cada 4 años. El resto del tiempo tiene al pueblo atado de pies y manos. Cada 4 años (por norma general) escuchamos de boca de los políticos los mismo discursos sobre el paro, la educación, la sanidad, etc.  Son siempre los mismo problemas, lo que quiere decir que nunca los arreglan y por lo tanto nunca cumplen con lo que dicen. 

Pienso que en los programas se debería de especificar que se va a hacer, como se va a hacer y cuando se va a llevar a cabo, y que también debería de haber algún mecanismo por el cual la formación política que llegue al gobierno prometiendo un programa y no cumpla con lo dicho en los plazos estipulados en su programa pues automáticamente cesara en sus funciones y se convocaran nuevas elecciones. Es decir quien no cumpla su palabra a la calle. 

No se yo cuantas veces he escuchado a políticos prometerme que la solución al problema del colegio de mi hija iba a llegar en breve. No se cuantas veces he oído de boca de los políticos decir que las obras iban a empezar en breve. No se cuantas veces he oído de boca de los políticos decir que no iban a ser necesarias caracolas. No se cuantas veces he oído de boca de los políticos decir que no iba a ser necesaria una segunda caracola.

En el tiempo que lleva mi hija en el cole (2 cursos) no he visto a ningún político (fuera del nivel local ) interesarse o aparecer por el colegio y en las dos últimas semanas, la número 2 de IU ha llevado unas firmas a torre triana, el número uno por sevilla del PP ha realizado una entrevista en canal sur a pie en el mismo colegio (con los niños jugando en el patio de fondo). ¿Será casualidad que estemos en plena campaña electoral? Después del domingo 22 de marzo ninguno aparecerá por el colegio ni llevará firmas ni nada a ningún sitio. 

A continuación voy a dar una pequeña clase política sobre lo que es un voto. Primero vamos a ver nos dice la RAE (Real Academia Española) sobre la palabra voto.

voto.
(Del lat. votum).
1. m. Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción.
2. m. Gesto, papeleta u otro objeto con que se expresa tal preferencia.
3. m. Parecer o dictamen explicado en una congregación o junta en orden a una decisión.
4. m. Persona que da o puede dar su voto.
5. m. Ruego o deprecación con que se pide a Dios una gracia.
6. m. Juramento o execración en demostración de ira.
7. m. Ofrenda dedicada a Dios o a un santo por un beneficio recibido.
8. m. deseo.
9. m. Rel. Promesa que se hace a la divinidad o a las personas santas, ya sea por devoción o para obtener determinada gracia.
10. m. Rel. Cada uno de los prometimientos que constituyen el estado religioso y tiene admitidos la Iglesia, como son la pobreza, la castidad y la obediencia.
~ activo.
1. m. Facultad de votar que tiene el individuo de una corporación.
~ acumulado.
1. m. voto en que puede el elector reunir todos sus sufragios en favor de algunos y aun de uno solo de los candidatos.
2. m. voto que se suma a los demás obtenidos por un mismo candidato en diversos distritos, facilitando el triunfo del que, sin arraigo bastante en una determinada circunscripción, goza de prestigio general.
~ consultivo.
1. m. Dictamen que dan algunas corporaciones o personas autorizadas a quienes han de decidir un negocio.
~ cuadragesimal.
1. m. voto que hacen en algunas órdenes los religiosos, de observar todo el año la misma abstinencia que en Cuaresma.
~ de amén.
1. m. coloq. voto de la persona que se conforma siempre y ciegamente con el dictamen ajeno.
2. m. coloq. Esta misma persona.
~ de calidad.
1. m. El que, por ser de persona de mayor autoridad, decide la cuestión en caso de empate.
~ de censura.
1. m. voto que emiten las Cámaras o corporaciones negando su confianza al Gobierno o junta directiva.
~ decisivo.
1. m. voto que los ministros de algunos tribunales tenían para resolver por sí y sin consultar al superior.
~ de confianza.
1. m. Aprobación que las Cámaras dan a la actuación de un Gobierno en determinado asunto, o autorización para que actúe libremente en tal caso.
2. m. Aprobación y autorización que se da a alguien para que efectúe libremente una gestión.
~ de reata.
1. m. coloq. voto que se da sin conocimiento ni reflexión, y solo por seguir el dictamen de otro.
2. m. coloq. Persona que procede así.
~ de Santiago.
1. m. Tributo en trigo o pan que por las yuntas que tenían daban los labradores de algunas provincias a la iglesia de Santiago de Compostela.
~ informativo.
1. m. voto que no tiene efecto ejecutivo.
~ particular.
1. m. Dictamen que uno o varios individuos de una comisión presentan diverso del de la mayoría.
~ pasivo.
1. m. voz pasiva (‖ aptitud para ser votado por una corporación).
~ plural.
1. m. voto que se concede por privilegio a ciertos ciudadanos, además del sufragio igualatorio de otros, en atención a la cultura, la riqueza, el cargo ejercido o la madurez de edad.
~ restringido.
1. m. voto en que, para facilitar la representación de minorías, el elector ha de votar menos representantes de los que hayan de elegirse.
~ secreto.
1. m. voto que se emite por papeletas dobladas, por bolas blancas y negras, o de otro modo en que no aparezca el nombre del votante.
~ simple.
1. m. Promesa hecha a Dios sin solemnidad exterior de derecho.
~ solemne.
1. m. voto que se hace públicamente con las formalidades de derecho, como sucede en la profesión religiosa.
~ útil.
1. m. voto que ante una decisión se emite a favor de una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea.
hacer ~s.
1. loc. verb. Expresar un deseo favorable a algo. Hago votos por su restablecimiento.
regular los ~s.
1. loc. verb. Contarlos, y confrontar unos con otros.
ser, o tener, ~ alguien.
1. locs. verbs. Tener acción para votar en alguna junta.
2. locs. verbs. Tener el conocimiento que requiere la materia de que se trata, para poder juzgar de ella, o estar libre de pasión u otro motivo que pueda torcer o viciar el dictamen. U. m. con neg., y con especialidad en este sentido, para rechazar el dictamen de quien se cree que está apasionado.
~ va.
1. loc. interj. coloq. voto a tal.


Una vez aclarado lo que significa la palabra voto, vamos a explicar los distintos tipos de votos, los cuales se usan para el cálculo de los escaños que cada partido obtendrá en el parlamento. Tenemos 3 clases de votos: Positivos o válidos, en blanco y nulos o inválidos.

  • Voto positivo o válido: Es aquel voto que haya sido realizado con una papeleta oficial. En principio su validez no resulta afectada aunque la papeleta esté rota o tachada, en tanto no estén destruidos los nombres del partido o de los candidatos. No obstante, si la papeleta contiene inscripciones el voto pasa a ser nulo (ya que se podría identificar quien lo emitió a partir de su caligrafía). En caso de que se hubieran introducido dos papeletas idénticas en un sobre, es válido y se cuenta como un sólo voto (la papeleta sobrante debe ser destruida ahí mismo). La validez del voto es realizado inicialmente por el presidente de mesa al momento de efectuar el conteo voto a voto de la urna, discriminando entre votos positivos, nulos y en blanco.

  • Voto en blanco: Según la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en su artículo 96, punto 5:2 "Se considera voto en blanco, pero válido, el sobre que no contenga papeleta y, además, en las elecciones para el Senado, las papeletas que no contengan indicación a favor de ninguno de los candidatos". En España el método de contabilización electoral es el de la Ley D´Hondt. Este sistema, a diferencia de otros como el Sainte-Laguë, distribuye de forma poco representativa -aunque proporcional- los votos. En España, el porcentaje mínimo para tener representatividad es del 3% en las elecciones generales y del 5% en las locales. El sistema electoral, gracias a esta ley de distribución de votos, funciona por cocientes. El voto en blanco se suma al número total de votos del escrutinio, a partir del cual se calcularán los porcentajes de representación. Así, un elevado voto en blanco (ejemplo con >50%) significa elevar considerablemente el número de votos necesarios para llegar al 3% (a 4´5% finalmente) del total, lo que dificultaría la representación de los partidos muy minoritarios.

    • Voto nulo o inválido: Es un voto mal realizado en una elección, al punto que acarrea su nulidad. Un voto nulo puede ser accidental o intencional. Los votos inválidos no influyen en la elección de los candidatos, pero sí constituyen un importante parámetro de la medida de la legitimidad política, tanto del sistema electoral vigente, como de los partidos y candidatos del país (no es computable para el escrutinio. Sí computa en las estadísticas de participación). Un voto nulo deliberado produce tres efectos: de protesta, de participación y de apoyo a los grupos minoritarios ayudando a obtener representación. Son varias las circunstancias capaces de anular un voto:
      • Incluir una papeleta no oficial, o un documento electoral no oficial, o equivocarse en la votación por la introducción de una papeleta correspondiente a otra casilla (en España, otras leyes electorales no lo prohíben y la inclusión adjunta de una papeleta no oficial, no anula la preferencia marcada en la oficial).
      • Incluir varias papeletas de candidatos distintos para el mismo cargo, de modo tal que no pueda saberse por quién deseaba votar el elector.
      • Incluir fragmentos de papeletas, de modo tal que no pueda saberse por quién deseaba votar el elector.
      • Incluir objetos extraños.
      • Escribir en la papeleta palabras, marcas, tachaduras, etc.
      • En España, no será nulo el voto emitido en papeleta cuya única irregularidad sea que aparezca señalado el nombre de alguno de los candidatos comprendidos en ella.
      • Abstención: Es únicamente el acto de no votar, de no participar con el voto. No tiene influencia en el resultado de los comicios. Una alta abstención se considera generalmente como un desinterés o malestar entre el cuerpo de votantes que puede llegar a deslegitimar políticamente las elecciones o el propio sistema político. 
      Y una vez terminada esta pequeña clase básica sobre política, aclaro el porque. Para las pasadas elecciones europeas cree una papeleta de voto para expresar mi indignación por lo que está ocurriendo con el colegio de mi hija. Y aproveche esté foro para pedir que a toda aquella persona que al igual que yo estuviera indignado y no creyera en la casta política que apoyara mi propuesta usando el voto que hice como manera de protesta. 

      Desde todos lados me llovieron tortas, tachándome de antidemocrático y de hacer política pidiendo el voto de la gente. Incluso llegándose a amenazar diciendo que si seguía adelante aquella propuesta el colegio perdería los "privilegios" que posee. 

      Pues estamos en puertas de otras elecciones. Y a pesar de las promesas el problema del colegio sigue vigente y los niños en peor situación que en las pasadas elecciones. Por eso he decidido volver a promover la idea del voto por una educación digna. Y al igual que en aquella ocasión no pienso regalar mi voto a ningún político y pido a todo aquel que al igual que yo, no crea en la política y ni en los políticos que en vez de quedarse en su casas pierdan 15 minutos de su vida en depositar en las urnas este voto por una educación digna. El voto es un derecho que nos pertenece y renunciar a él, es renunciar a nuestra única forma de expresar nuestro descontento. La sumisión y el pasotismo solo favorece a los que están instalados en sus altos tronos (escaños) y solo miran para abajo cuando vienen elecciones.

      Imprime la siguiente imagen, introducela en tu sobre y luego a la urna. Que vean que los ciudadanos podemos hablar desde las urnas.



      Quiero terminar con una cita que refleja la actualidad política actual:

      En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes.
      (Jean de la Bruyere)